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Foto del escritorEliseo Mojica

El coaching como sanación




Un altísimo porcentaje de la población mundial, sobre todo aquella población en edad productiva laboral, toma al menos una píldora diaria para controlar algún síntoma en su salud. Entre las mujeres profesionales este porcentaje también ha ido creciendo si se tiene en cuenta el amplio nivel de estrés al que las mujeres que laboran, y sobretodo, aquellas que ocupan cargos de control y liderazgo se ven sometidas en el día a día. A estas ocupaciones profesionales, a ellas típicamente se les suma la presión por la necesidad de mantener al día sus conexiones y relaciones familiares y personales, así como el monitoreo de las cosas del hogar.


En estos contextos, poco a poco hemos ido normalizando estas condiciones como un estilo de resignación, pues se ha vuelto tan común en los estilos de vida, que simplemente parece parte del paisaje. Así pues, con la dosis diaria de calmante "sobrevivimos" un nuevo día a la vez. Sin embargo, podemos hacernos preguntas un poco más profundas: ¿no les parece algo extraño que algunas situaciones estresantes lo sean para unas personas mientras que para otras no? ¿lo que a unas personas les causa miedo, temor ansiedad, otras lo disfrutan? , ¿no les parece interesante que una situación que es igualmente estresante para varias personas, a unas les cause dolor de cabeza, mientras que a otras dolor de estómago o cualquier otra cosa?


Yo no soy médico, por supuesto, pero este escrito tampoco se trata de medicina. Se trata de preguntas; porque si alguna de las que hice arriba te resultan intrigantes, también podríamos preguntarnos, al menos, si existe alguna relación entre la manera en como mi cuerpo reacciona, con las cosas que me suceden y cómo es que afectan de manera tan diferente a diferentes personas. Ahora bien, si abrimos la puerta a que esa conexión exista y que, efectivamente, haya una relación entre las cosas que en nuestro exterior suceden y la manera en como nuestro cuerpo las interpreta y las procesa, entonces podríamos intentar averiguar por la razón o causa que hace que esa sea mi reacción ¿no les parece? bueno y ¿con qué fin buscaríamos esta relación? pues sencillo, ley de causa y efecto: si eliminamos la causa, el efecto se elimina. Es un principio científico ¿no?


Suena sencillo. ¿lo es? pues sí y no. , porque basta con tener la firme intención de resolverlo e iniciar el camino de observación, y no, por algo que ya nos mostró el gran Albert Einstein, quien escribió: "los problemas que causamos con un nivel de pensamiento no los vamos a resolver con el mismo nivel de pensamiento". ¿Qué significa? que para resolver estas causas de las que estamos hablando necesitamos superar nuestro nivel de conciencia, elevar nuestro nivel de observación y esto es algo que es muy difícil de hacerlo sólo. Si fuera sencillo, ya lo hubiera hecho cada uno, ¿no? entonces, ¿cual es el camino de solución? pues un muy buen camino es el coaching ontológico; este nos permite encontrar las raíces donde nacen las causas de nuestros sufrimientos y nuestras interpretaciones que causan nuestra respuesta tanto emocional como somática (síntomas del cuerpo). ¿y ya? pues muchas veces sí. Piénsalo de esta forma: si pude crearlo, puedo deshacerlo. Por supuesto que no es mi intención reemplazar aquí los tratamientos médicos. No. Pero si el médico me dice que algo está siendo causado por estrés, ¿qué prefieres? quedarte toda la vida tomando píldoras para bajar el estrés o encontrar la causa de tu generación de estrés?


En este blog, le hablo especialmente a estas mujeres profesionales que están buscando este equilibrio de vida; este equilibrio que les permita integrar sus propósitos tanto profesionales como personales, pues todos ocupan un lugar en su realización personal. Si la resignación no es una buena respuesta para ustedes, quizá el coaching ontológico sí.



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