No existimos solos en el mundo. De hecho, cobra sentido y relevancia nuestra vida cuando sentimos que estamos aportando algo a otros y que otros son importantes para nosotros. No vinimos por nuestra propia cuenta al mundo y por eso, de partida ya tenemos (presente o no) un padre y una madre. Desde nuestro nacimiento, ya somos al menos tres. Y esperamos de ellos, no nos digamos mentiras, y, ellos reciben de nosotros también. El mundo se abre y nos relacionamos entonces con otras personas y aparecen los amigos, los compañeros, los colegas, las parejas... si, las parejas, los vecinos y etc, etc...
También podemos afirmar que hay relaciones personales de las cuales esperamos más que de otras y que si no logramos recibir lo que esperamos, nos causa dolor y sensación de infelicidad, de insatisfacción, de vacío y nos pueden desequilibrar bastante, y, aunque no es lo mismo no recibir algo esperado del vecino o el compañero de trabajo que de la madre, el padre o la pareja, cualquiera de ellas puede llegar a afectar, de manera típicamente inconsciente, en forma importante nuestra vida. Todos tenemos heridas de "algún tamaño" en nuestras relaciones con personas que han sido importantes en nuestra vida y muchas de ellas llevan tiempo "no enterradas" sino "sembradas" en algún lugar de nuestra alma. Lo que quiero decir es que no están muertas; sino que, por más que quisimos hacerlas desaparecer, crecen como una semilla que se sembró y pasan de afectar nuestra relación, por ejemplo de hijos, a afectar nuestra relación de pareja o profesional.
He tenido la oportunidad de acompañar muchos casos en los que este "reflejo" de la relación paternal/maternal, se metió (literlamente) en su relación de pareja causando no pocas
¿Cuál consideras la relación personal que más quisieras sanar?
Mis padres (papá o mamá)
Mi pareja
Mi familia cercana
Compañeros de trabajo
tensiones en ella, y nos pasamos un buen tiempo pensando que todo se arregla mejorando la comunicación o haciendo acuerdos u otras cosas, que, sí, ayudan, pero que típicamente no resuelven las razones profundas por las cuales no logro estabilizar mi vida amorosa o profesional. Necesitamos entonces buscar más profundamente las causas de mi actuar, de mi manera de reaccionar; es más, si queremos ir más al principio, las causas del por qué elijo lo que elijo y cómo eso que elijo, no sólo tiene un principio sino un fin; un objetivo que si lo observo con detenimiento y atención es un gran maestro. Esto hay que buscarlo en lo profundo del alma, allá donde un buen coaching de vida puede llegar y desarticular; reconstruir, reconciliar, incluso sanar.
Nuestros padres tienen una ascendencia importante en nuestras vidas y pueden haber orientado sin que seamos conscientes, y sin que ellos necesariamente así lo hayan querido, a manera de órdenes o mandatos, nuestra vida. Otras veces somos nosotros los que elegimos ser leales a estas tipologías familiares, incluso culturales, también de manera inconsciente. Otras veces, una experiencia temprana con otra persona, incluso otro niño o niña puede haber configurado una norma de vida para nosotros que sin darnos cuenta, también configuró nuestro futuro. Es increíble cómo la relación que vivimos con nuestra pareja (y la que no vivimos) puede estar "mágicamente" (mejor digamos, inconscientemente) influenciada y casi que mapeada en la relación con nuestro padre o nuestra madre. Las personas, entonces, en la vida, pueden ser como un espejo de las relaciones que necesito evolucionar y una vez hecho el trabajo, poder disponer de nuevas alternativas más enriquecedoras para mi vida.
Finalmente, quiero referirme a lo que llamo la relación consciente; es decir, aquella que sé que está ahí y me incomoda. Una enemistad, un conflicto con un hermano, con un colega, un vecino, etc; que me causa incomodidad en el transcurrir de mi vida y que quiero encontrar la manera de resolver y volver a estabilizar, pues es importante para mí. Muchas veces queremos también perdonar o ser perdonados y no sabemos cómo proceder. En todos estos casos, lo importante es poder encontrar qué hace que haya iniciado el conflicto o la diferencia y no me refiero al hecho en sí mismo. Dicho hecho, sólo es una excusa que nos permite ver el verdadero origen de las molestias y si lo podemos encontrar, podemos quizá hacer cambios allí y con esto, no sólo desactivar el malestar, sino el esquema de repetición, "del karma" que llaman en otra cultura, que sentimos que nos persigue y que de una u otra forma ya nos empieza a agotar.
No es bueno quedarnos viviendo malas relaciones, malas sensaciones, malas experiencias de pareja, familiar o profesional. Tenemos la opción de mirar hacia adentro donde está nuestra "caja de herramientas" que permite resolverlas y con ello, acceder a la vida satisfactoria con la que todos soñamos. Intenta el coaching de vida, si hubiera algún riesgo sería el de aprender de ti y observar con una nueva mirada, todas las maravillosas opciones que se abren ante la honestidad. Observa la vida y tus relaciones conflictivas como un espejo en el que puedes observar lo que debes sanar en tu alma para subir en tu escala de conciencia y vivir una vida más plena y realizada.
Eliseo Mojica L.
Certified Ontological Coach.
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